LOS SECRETOS DELA CREATIVIDAD
Rompiendo la monotonía como
siempre, en clase de didáctica hemos tratado un tema de gran interés, la
creatividad. El documental que visualizamos en clase, se denomina“Los secretos
de la creatividad”, en el que Eduard Punset realiza una entrevista a Ken Robinson, experto en el
desarrollo de la creatividad. Pero parados a pensar, ¿qué relación guarda esto
con didáctica? ¿Y con la metodología, que es el tema qué tratamos? Pues bien,
esto se irá desvelando a lo largo de la entrada.
De forma previa a la visualización del vídeo, la
profesora nos sorprendió a todos, pues nos pidió que en un folio en blanco
dibujáramos una casa. Sí una casa, la idea nos pareció de niños de infantil
pero se hacía evidentemente con un objetivo claro: reflejar nuestra creatividad
en ese dibujo. El resultado a ello fue nulo, pues la mayoría realizamos la
figura de una casa simple y similar entre ellas. Ésta analogía entre los
dibujos, representa nuestra creatividad, la cual Almudena cataloga como
“creatividad muerta”. Dejando nuestra creatividad de lado, haremos referencia
ahora a lo que se entiende por creatividad.
Como todos sabemos, la creatividad es una de las
capacidades más importantes y útiles en los seres humanos, porque es la que nos
permite crear nuevos objetos a partir de lo existente en el mundo. Si tenemos
en cuenta que el ser humano se caracteriza por adaptar la naturaleza y lo que
lo rodea a sus necesidades, comprenderemos por qué entonces la creatividad es una
capacidad central. Existen diferentes tipos en los que se puede clasificar la
creatividad. En clase se explicó dos tipos principales de creatividad:
creatividad evolutiva y creatividad disruptiva. Esta primera, hace referencia a
la capacidad de adaptarse de manera creativa a los cambios que se originan en
nuestra sociedad. Por tanto, según esta creatividad “evolucionar es adaptar”,
es decir, la evolución exige una adaptación a la sociedad, que al mismo tiempo
debe ser creativa. La creatividad disruptiva, presenta una clara diferencia de
la evolutiva y es que irrumpe sobre nosotros. A raíz de informarme un poco
sobre esta creatividad, también llamada innovación disruptiva, he podido
concluir que es un concepto relativamente joven que se refiere a cómo un producto o servicio que nace como una
simple aplicación sin muchos seguidores, se puede convertir en poco tiempo en
el producto o servicio líder del mercado. No existen únicamente estas dos
formas de clasificar la creatividad. La creatividad se clasifica de maneras muy
distintas según el autor que escogamos. Abraham Maslow, por ejemplo, defiende
que existe una creatividad primaria y una creatividad secundaria. La primaria,
es de orden natural y hace referencia a las capacidades que tienen todos los
seres humanos de acceder a la creatividad. Mientras que la creatividad
secundaria, es particular en cada persona y va a depender de la formación, las
habilidades y las aptitudes de la misma. En cambio, Taft, considera que se
diferencian la creatividad caliente y fría. La caliente es un tipo de
creatividad espontanea, una expresión libre que carece de control, mientras que
la creatividad fría consiste en una búsqueda de resolución de conflictos,
exploración de nuevos conocimientos e incluso ideas.
Centrándonos
en la opinión de Ken Robison sobre la creatividad, considero que merece una gran
reflexión. Éste opina que todo ser humano tiene la capacidad de ser creativo,
pero que la mayoría vivimos sin saberlo, convencidos muchas veces de que el
creativo es aquel que sabe componer melodías, o escribir una poesía. Y así pues,
comparto su opinión. Es común oír que se es o no se es creativo, pero claro hay
que tener en cuenta que aquella persona que no es creativa, puede terminar
siéndolo, pues esta es una capacidad que se aprende. En palabras de Robinson
“La creatividad se aprende igual que se
aprende a leer”
Como todo el mundo puede ser creativo, como ya hemos
dicho, todas las profesiones requieren esta capacidad. Obviamente no es la
misma creatividad la que pueden desarrollar todas las personas, pues
dependiendo de la profesión, presentará unas limitaciones u otras. Es
interesante y peculiar el caso del panadero, que se aprecia en el vídeo, el
cual muestra una gran creatividad en su trabajo, pues no se limita únicamente a
la elaboración del pan, sino que también intercambia ideas con diferentes
profesionales de su trabajo y está constantemente investigando e informándose
sobre ella. Pero aquí se aprecia un elemento clave, que es la pasión. Este
panadero mostraba una gran motivación e interés por el trabajo que realizaba,
lo que le lleva a ser creativo e innovador en ésta. Él mismo lo dijo, que
sentía pasión por su profesión, hecho por el cual es una persona creativa.
En el caso nuestro, como educadores y trabajadores
sociales, también se requiere de la creatividad, pues nosotros mismos deberemos
ser creativos para transmitir unos contenidos, y al mismo tiempo, seremos los
responsables también de estimular y fomentar la capacidad de creatividad de los
demás, de las personas con las que trabajemos. Todavía es pronto y tenemos cinco
años tendidos, pero debemos acrecentar la capacidad de la creatividad en
nosotros mismos y para ello, atenderemos a cuatro pautas que define Robinson
como:
- - El elemento que nos motiva. La persona deberá contar con el
elemento, sea cual sea, que le despierte un interés y que le motive, para poder
ser una persona creativa.
- - La pasión, motor que mueve nuestras vidas y que nos puede
llevar incluso a la excelencia. Debemos sentir pasión hacia algo para poder
desarrollar la capacidad de la creatividad.
- - La práctica y la técnica, con la que debemos contar, pues es
necesario tener unos conocimientos mínimos adquiridos.
- - El riesgo, elemento que frena y dificulta la creatividad,
pero que se debe superar para adoptar la creatividad.
Adaptando todos estos componentes a nuestro propio caso
como educadores sociales, contamos en primer lugar con el elemento que nos
motiva, que es la profesión y la labor que desempeñaremos a través de ésta. La
pasión, sentimiento irremplazable para ser creativos y que también contamos con
ella, por lo menos en mi caso. Relativo a la práctica y la técnica, será
adquirida durante nuestra formación universitaria y el último componente que determina
nuestra capacidad de ser creativos es el riesgo. De este no hay nada que decir,
pues debemos empezar a arriesgarnos ya, si queremos ser creativos claro.
Vivimos en un mundo inventario, en el que todo lo que
comemos, bebemos, vestimos o cantamos, por ejemplo, es una idea que alguien ha
diseñado de manera previa. En nuestra sociedad se innova de manera constante,
en lo que se refiere a diferentes ámbitos como es el caso de la educación.
He
creído conveniente nombrar aquí a Manuel Castells, al cual dedicamos una clase
para reflexionar acerca de una conferencia “aprender en la sociedad de la
información.” En ésta se trató el tema de la educación, que ha experimentado
una enorme evolución en lo referente a los modelos de enseñanza- aprendizaje.
Como dice Castells ya no es posible limitarse únicamente a transmitir información
que debe acumularse en la cabeza de los estudiantes, pues ahora se pretende ir
más allá de esto. Se hace necesario cambiar el modelo que se centra únicamente
en el conocimiento, por otro que centre su atención en la forma de adquirir
dicho conocimiento. De esa manera, lo que se pretende fomentar es que los
alumnos busquen la información que consideren adecuada, algo así como: “deben
aprender a aprender”. Según Castells, en la educación también será importante,
que los alumnos construyan una personalidad bien afianzada, que se resista a
cualquier cambio que se proponga. Esto se podrá conseguir haciendo que los
educandos desarrollen sus propios criterios personales e instalando en sus
mentes una fuerza interna. En la educación hay que tener presente además, que el
aprendizaje es continuo e ilimitado, ya que se puede estar aprendiendo durante
toda la vida. Los mayores no sólo enseñan a los pequeños, sino que un nieto
también puede aportar conocimientos a un abuelo, en lo referente por ejemplo a
las nuevas tecnologías. De este modo, se explica que la sociedad exige la
adaptación de las personas a ella, en diferentes ámbitos y por supuesto también
en la educación.
Haciendo de nuevo referencia a la creatividad, ésta
presenta una gran importancia en la infancia, según afirma una maestra de
educación infantil de arte en el reportaje de Punset. La creatividad ya sabemos
que es una capacidad de todos, pero en la edad temprana los niños se dejan
llevar, lo que implica mayor creatividad en ellos. A medida que crecen y se
hacen mayores, la creatividad se restringe como consecuencia del miedo al
fracaso o al juicio de los demás. Por
tanto, la creatividad se pierde por así decirlo, por el miedo a asumir riesgos.
Hay personas que piensan que el sistema educativo existente
es el principal responsable de la limitación de la creatividad. Este es el caso
de Ken Robinson, el cual muestra su opinión respecto a este tema en el
siguiente vídeo.
Como bien explica Robinson, la creatividad está
presente en todos los seres humanos y ésta dentro del sistema educativo debería
ser tan importante como la alfabetización misma. El niño posee una capacidad
extraordinaria de innovación y tremendos talentos que se malgastan a lo largo
de su escolarización. Todos los niños nacen artistas pero por defecto nuestro sistema
educativo se basa únicamente en habilidades académicas como sería la lengua, la
matemática o el inglés, existiendo así
una jerarquización de materias. Este modelo surge a partir del siglo XIX con la
revolución industrial, cuando empiezan a implantarse las primeras escuelas. Dicho
modelo de materias jerarquizadas, estaba enfocado a formar a las personas para
desempeñar un determinado puesto de trabajo dentro de la sociedad. De esta
forma, la creatividad de los niños se limita. Por tanto, la escuela los a
anula, ya que no se le da importancia por ejemplo a la música o a la danza.
Personas altamente creativas y brillantes, según Robinson creen que no lo son,
pero como consecuencia principalmente de este modelo establecido.
Es significativo el ejemplo que Robinson narra sobre
una niña, la cual aparentemente en una clase de dibujo parecía no prestar
atención. Su maestro al preguntarle qué es lo que dibujaba, ella contestó que
estaba dibujando a Dios. A esto el profesor, le contesta: “pero si nadie sabe
cómo es”, a lo que la niña responde: “lo sabrás en un minuto” Esto es un
ejemplo de lo sorprendente que puede resultar la imaginación de un niño y el
desarrollo de su creatividad en una edad tan temprana. Es por esto, por lo que
se debería incitar a los niños desde pequeño a que se decanten por una
actividad o hobby, a partir del cual puedan estimular toda su creatividad.
Es
importante tener en cuenta que para un niño la vida es una aventura y que sus
exploraciones más básicas son ejercicios creativos. Par ellos, la necesidad y
el deseo de investigar, descubrir, experimentar, es como algo natural y que por
tanto no hay que restringir ni limitar. Para impedir que la creatividad pierda
fuerza en su camino hacia la adultez, esta debe ser ejercitada día a día. Bajo
mi punto de vista, es tan importante una clase de matemáticas o de lengua como
una clase de dibujo, música o danza. Claro está que esto no es así, puesto que
en cualquier centro de educación primaria se le dedican por ejemplo cuatro
horas a las matemáticas, mientras que a música sólo uno. Esto es el causante,
el hecho de que no se incentive ni se practiquen actividades que den rienda
suelta a la creatividad.
Cerraremos
la entrada, haciendo referencia a nuestra figura como educadores sociales, la
cual como ya sabíamos se compone de diferentes competencias, entre las que
deber estar presente la creatividad. EL SER CREATIVO SE RESUME EN…
¿ESTO ES CREATIVIDAD NO…?


Me encanta!
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