“Proyecto de didáctica”, viene
siendo nuestro gran dilema desde poco después de abandonar los paradigmas
educativos. Ambos igual de incomprensibles al principio, pero que poco a poco
van abriendo camino en nuestra cabecita e introduciéndose de manera desapercibida.
A lo largo de la entrada explicaré en qué consiste un programa educativo, cómo
se desarrolla y los elementos de los que se compone.
Un proyecto o programa educativo
es un plan de trabajo que surge como una propuesta, que establece unos
elementos determinados para conseguir unos objetivos deseados. Se puede definir
como la unidad mínima de enseñanza-aprendizaje. El conjunto der varios diseños
curriculares componen un plan. Aunque
realmente los conceptos de plan, programa y proyecto en la práctica son
utilizados para designar lo mismo, un diseño curricular.
Una vez que nos ha quedado claro
lo que es un proyecto educativo, es necesario apuntar que los tipos de
proyectos pueden ser muy variados. Los proyectos de educación social se van a
caracterizar por ser coherentes, pues deben tener un sentido racional.
Concretamente se diferencian tres tipos de proyectos: preventivos,
asociados a la sensibilización de los individuos, que hacen referencia al
macrocontexto, incidiendo por tanto en el entorno más que en los individuos en
sí. Los auxiliares son más bien proyectos de apoyo, que fomentan los
conocimientos adquiridos o bien ayudan a adquirir conocimientos nuevos. Dentro
de este grupo se podría incluir el proyecto educativo que hemos puesto en
marcha mis compañeros y yo. Este se centra en el apoyo y refuerzo educativo,
que va dirigido concretamente a niños/as con discapacidades físicas y mentales.
El proyecto del que hablamos, surge por una serie de necesidades detectadas en
un centro educativo, a las que se plantean una serie de actividades, que se
irán explicando más detalladamente. Por último, encontramos otro tipo de
proyecto, denominado terapéutico, que va destinado principalmente a la
resocialización y reinserción de individuos determinados.
En todo proyecto socioeducativo
se deben distinguir cuatro fases diferentes:
DIAGNÓSTICO
PLANIFICACIÓN
APLICACIÓN O
EJECUCIÓN
EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
Como ya hemos anticipado
anteriormente, un proyecto surge como consecuencia de unas necesidades que son
detectadas en un ámbito concreto de la sociedad. Es necesario que en la fase de
análisis de necesidades, es decir en el diagnostico, se haga un reconocimiento
completo y exhaustivo de aquella situación que se pretenda tratar. Las
necesidades, ya sean sociales o personales, surgen en el momento en el que en
la sociedad exista un problema entre el individuo o colectivo y el entorno. En
definitiva las necesidades, tal y como yo las he entendido se resumen en ¿qué
nos lleva a diseñar nuestro proyecto?
Es muy sencillo: ante una
situación dada, que constituye un programa, mediante el cual llegaremos a
nuestra situación deseada, que es la solución de las necesidades detectadas en
un principio.
SITUACIÓN DADA ------>>>PROGRAMA EDUCATIVO------->>> SITUACIÓN DESEADA
(Problema)
(Solución)
En esta fase el educador social
deberá realizar un seguimiento exhaustivo de la realidad en la que se encuentra
inmerso el sujeto, el cual permita detectar sus necesidades primordiales. A
raíz de este análisis podremos definir el problema y plantear una serie de estrategias
y soluciones a este. Aplicaremos lo explicado a mi proyecto educativo, el cual
surge de unas necesidades detectadas en un grupo de alumnado de un centro
educativo concreto. Estas necesidades de las que hablamos son principalmente
educativas y están relacionadas con problemas motóricos, conductuales, grados
minusválidos e incluso problemas que parten de una situación familiar poco
favorable. Por tanto, nuestro proyecto se trata de un plan de Apoyo Educativo a
niños con Necesidades Específicas, los cuales requieren un ritmo de aprendizaje
diferente al resto de alumnos.
Esta etapa de análisis de
necesidades no es sencilla, pues requiere tiempo y una gran dedicación, hasta
llegar a familiarizarnos con el colectivo, en este caso los alumnos con
necesidades específicas. Se deberán realizar entonces un estudio y análisis de
diferentes aspectos, como por ejemplo:
-Descripción del contexto en el que surgen las necesidades: en
nuestro caso se deberá analizar el contexto sociológico y el contexto familiar
de los alumnos que presentan unas necesidades específicas.
-Recogida de información suficiente del problema: haciendo
referencia al proyecto deberemos recopilar información acerca de los tipos de
discapacidades, causas, limitaciones que conllevan, dificultades principales
que puede presentar un niño hiperactivo o con problemas motóricos. Será
importante recoger abundante información, procedente de distintas fuentes:
libros, revistas, etc.
-Ubicación de la situación, indicando así el lugar en el que se
localiza el proyecto y ciertos datos que puedan resultar significativos del
sitio en el que se realiza. Por ejemplo el número de alumnos que abarca el
colegio, que se sitúa en la localidad sevillana de Camas.
-Prever la población y recursos. Es importante ya en esta fase
inicial de diagnostico, prever los recursos de los que disponemos para realizar
el proyecto.
PLANIFICACIÓN
Una vez detectadas las
necesidades y analizado el contexto es hora de “planificar” para poder cubrir y
solventar dichas necesidades. Entonces, la planificación consiste en buscar
aquello que vamos a desarrollar y aplicar en un futuro. La elaboración del plan
de acción nos llevará a plantearnos preguntas, tales como: ¿Qué debe hacerse? o
¿Quién lo hará?
Dentro de esta fase de
planificación será importante establecer unos objetivos, que son básicamente los logros que los destinatarios del
proyecto educativo deberán alcanzar. Estos logros de los que hablamos no se
tratan de cualquier logro, sino un logro que tiene que alcanzar alguien como
persona, es decir, como destinatario. Por tanto, los objetivos deben ser
didácticos, que son única y exclusivamente aquellos que se plantean para que el
discente alcance un logro. Podemos decir que en definitiva, los objetivos
señalan metas, las cuales guían y encaminan la acción educativa. Los objetivos
se pueden resumir en una frase: ¿Qué queremos conseguir, cual es la meta que
nos planteamos? Los objetivos son el para qué de la acción educativa.
En un proyecto educativo,
aparecen tres tipos de objetivos: GENERALES, ESPECÍFICOS Y OPERATIVOS. Los
objetivos deben cumplir una serie de características, las cuales nos ayudarán a
mejorar el entendimiento del diseño de los mismos. Deberán ser realistas,
manejables, evaluables, tener plazos establecidos para su ejecución, además de
ser coherentes, lo que significa que los generales deben guardar relación con
los específicos y a la vez, con los
operativos.
- Los
objetivos generales nos ofrecen una
visión general de las metas a conseguir en la programación, pero no nos aportan
la información suficiente de aquellas actividades que se llevarán a cabo. Por
tanto, los objetivos generales son nombrados a rasgos generales. Es importante
tener en cuenta que los objetivos generales se deberán formular con un verbo en
infinitivo. A modo de ejemplo nombraré dos objetivos generales de mi proyecto
educativo
-
Mejorar participación autónoma del alumno
- Potenciar las capacidades del alumno que
permitan un fluido nivel de
comunicación
- Los
objetivos específicos consisten el
delimitar aquellas tareas determinadas que capacitarán a los destinatarios para
conseguir los objetivos generales propuestos. Por tanto se van a tratar de una
concreción de los objetivos generales. Por ejemplo:
-
Ser autónoma en las relaciones sociales y en las actividades cotidianas
- Comprender y expresar mensajes orales y
escritos en castellano, atendiendo a diferentes intenciones y contextos de
comunicación
- En
los objetivos operativos se
delimitan las conductas exactas que vamos a poder evaluar. Deberán incluir
entonces, la especificación de la conducta, condiciones y el criterio donde la
conducta descrita debe manifestarse. Como ejemplo nombraremos:
-
Organizar y gestionar su tiempo en función de
las tareas escolares
- Adquirir los fonemas del abecedario,
distinguiendo los tipos de letras, así como pronunciarlos de forma clara
Es importante
tener en cuenta que la redacción de los objetivos específicos, y sobre todo operativos, deberán ser ejercicios de concreción.
Ya hemos dado un pasito más,
tenemos planteados los objetivos del proyecto, pero ahora es el momento de
concretar los contenidos. Los
contenidos se definen como el conjunto de saberes, información y formas
culturales que el destinatario debe aprender, para lograr así los objetivos
marcados. Para establecer los contenidos obviamente se deberá tener en cuenta, tanto
las necesidades de las personas a las cuales va destinado la programación, así
como las unidades de competencia a desarrollar. Es preciso tener en cuenta unos
requisitos o condiciones a la hora de concretar contenidos, pues deberán ser:
-Representativos: esto significa que los contenidos deben ser
adecuados para que se puedan cumplir los objetivos. De modo que serán
coherentes con los objetivos planteados.
-Significativos: los contenidos deberán tener un significado, y
estar así vinculados con la propia experiencia y conocimientos de los
destinatarios del proyecto.
-Transferibles: serán más válidos y correctos aquellos contenidos
que se puedan generalizar a contextos de la realidad, es decir, los más
cercanos a la ejecución y a la práctica.
-Objetivos: pues los contenidos deberán renunciar a la subjetividad
y deben representar la realidad misma.
-Los contenidos además deben ser actuales. Ojo: es importante no
confundir el concepto de actual con moderno, no significan lo mismo.
Los objetivos además exigen una metodología, es decir, ¿Cómo vamos a
desarrollar el programa? ¿De qué manera? La metodología es entendida como las
formas que tenemos de llevar a cabo la acción educativa, es decir, la forma de
realizar nuestra intervención. Una vez que hemos determinado QUÉ enseñar y
CUÁLES son las intenciones educativos, tenemos que determinar el CÓMO lo
haremos. Enfocando esta teoría a mi programación educativa, nombraré a modo de
ejemplo algunas de las estrategias metodológicas, las cuales permiten orientar
los procesos de enseñanza-aprendizaje de los alumnos del Aula de Apoyo.
-Juego: en la etapa de la infancia, como es el caso de nuestro
proyecto, el juego se hace necesario para un desarrollo equilibrado del niño.
Son múltiples los tipos de juegos, destacaremos los motrices, pues entre los
destinatarios del proyecto encontramos alumnos con problemas motóricos y
ciertos grados de minusvalía. El juego se trata de un medio, mediante el cual
estos niños además de conocer sus propias posibilidades, pueden experimentar
nuevas habilidades mediante una actividad motivadora, como por ejemplo: los
alumnos del Aula de Apoyo deberán formar grupo de tres personas y la educadora
les pedirá a cada grupo que forme una “torre, alta y firme” con todos aquellos
recursos de los que disponga el aula. Con este juego a la vez que los alumnos
se divierten junto con sus compañeros, podrán fomentar también ciertas
habilidades como la de improvisación y sentimientos colectivos, como por
ejemplo el compañerismo.

- Talleres: esta estrategia consiste en
ofrecer al educando un espacio concreto en el que obtenga conocimientos
prácticos que le permitan ir adquiriendo las habilidades propuestas. En el caso
de nuestro proyecto para que los alumnos puedan aprender ciertas habilidades se
planteará por ejemplo un taller de jardinería, mediante el cual el alumnado aprenda
el cuidado de las plantas, promoviéndose así en ellos el respeto hacia el medio
ambiente y la naturaleza.
- Seminarios: a través de esta estrategia
se facilita la reflexión en común, aspecto muy importante en los niños, y
especialmente en aquellos que presentan unas necesidades educativas especiales,
que el caso de los destinatarios de nuestro proyecto. La educadora un día
determinado planificará un seminario, en el cual se trate un tema concreto, por
ejemplo el tema de seguridad vial. A través de este seminario, los alumnos
podrán reflexionar sobre los peligros que pueden encontrar en la calle
relacionados con el tráfico y cómo deben de actuar ante las distintas señales
de tráfico.

Dentro de la metodología se
desarrollará el programa de actividades,
y cada una de ellas incluye a su vez, unos objetivos, contenidos, recursos
(materiales y humanos), metodología y evaluación. Las actividades pueden ser de
varios tipos. Si atendemos a su composición, estas podrán ser tanto
individuales como colectivas. Y en función del código lingüístico,
diferenciamos: simbólicas (en las que se usa el código de símbolos verbales o
numéricos), dinámicas (aquellas en las que predominan la gestualidad y
movimientos corporales) e icónicas (en las que se usa el lenguaje de imágenes).
De manera posterior a la
planificación de las actividades, en todo proyecto socioeducativo es
conveniente incorporar un apartado de recursos
y materiales, los cuales nos permitan desarrollar las actividades
planteadas con anterioridad. En este apartado se incluirá todo lo que cumpla la
función de instrumento que nos facilite el cumplimiento de los objetivos. Los
recursos materiales se pueden clasificar en: convencionales, como por ejemplo
las fichas que se utilicen para la realización de las actividades o las
pizarras, los materiales audiovisuales (son los vídeos, películas, fotografías,
diapositivas…) y las nuevas tecnologías, donde se incluyen los programas
informáticos e Internet. Además se deberán seleccionar unos recursos humanos,
que son aquellas personas que han de vincularse a la elaboración y posterior
aplicación del programa. Los principales recursos humanos de los que se hacen
uso en nuestro proyecto de Aulas de Apoyo son maestros de educación infantil y
educación especializada, así como educadores sociales.
Es apartado también importante
del programa educativo la organización
del presupuesto, que se realiza en base a los gastos que supongan los
recursos materiales utilizados (estos engloban los materiales fungibles y
también infraestructuras), la contratación de los profesionales y otros gastos,
como por ejemplo pueden ser los desplazamientos o las facturas de agua, luz,
teléfono…
Las dos fases del proyecto que
hemos explicado a lo largo de esta entrada son las que hemos incorporado en
nuestra programación socioeducativa, y las que se han explicado en la
asignatura de didáctica durante este primer año de carrera. De manera posterior
al diagnostico y la planificación, encontramos la ejecución o también llamada
aplicación y por último, la evaluación. La APLICACIÓN consiste simplemente en poner
en marcha el proyecto, es decir, aplicarlo a un contexto social-real, llevarlo
a la práctica. La EVALUACIÓN la mencionaremos a grandes rasgos, pues tampoco
nos hemos detenido mucho en ella, ya que lo haremos más adelante. La evaluación
es el proceso a través del cual podemos obtener información para describir los
resultados de los procesos educativos, con el fin de emitir un juicio sobre los
mismos. La evaluación en sí puede presentar diferentes funciones: diagnóstico,
con el fin de detectar los puntos fuertes y las limitaciones de los
destinatarios del proyecto y asegurar de este modo la eficacia de la
intervención. Otras de sus funciones es la orientación, encaminada a mejorar
los procesos de e-a, la función de motivar, pues solo si los individuos pueden
conocer sus avances se sentirán motivados y una última función de control, que
conlleva una calificación final que se expresa mediante unas notas, diplomas o
bien a través de títulos.
Para cerrar la entrada, y una vez
explicadas las distintas fases de una programación socioeducativa, concluiré
diciendo que la buena elaboración de proyectos considero que son la base
fundamental de nuestro trabajo en un futuro. Los educadores sociales se
encargan principalmente de recopilar y recoger información acerca de la
situación de un individuo concreto, que presente una situación social
desfavorable, para poder realizar posteriormente un plan de actuación con este.
Su labor será por tanto, la de diseñar, aplicar y evaluar programas educativos
y de hechos sociales, destinados a diferentes colectivos, justo lo que
aprenderemos durante estos cinco años, y con lo que ya hemos tenido un primer
contacto en esta asignatura de didáctica.