UN CASO EMOTIVO
Que mejor forma de ir cerrando el
blog, haciendo referencia a un caso muy emotivo, que a la vez de emocionarme
enormemente, me ha llenado de vida y así mismo, me ha animado para afrontar
todos aquellos obstáculos que me pueda ir encontrando a lo largo de la carrera,
hasta llegar a la meta de ella, y convertirme así en una buena profesional de
mi trabajo.
Pensareis en el sentido de esta
entrada, ya sé que en clase no hemos tratado nada de lo que os voy a contar
ahora, pero es algo que ha tocado mi corazoncito y quiero compartir con
vosotros. Hace días pude leer en la prensa la historia de una personita, muy
pequeña, pero que a su vez es grande por tan gran esfuerzo que realiza día a
día en su vida y por sus ganas de vivir, que contagia de alegría y felicidad a
aquellas personas que le rodean.
El caso de este niño, me llamó
además la atención por guardar una pequeña relación con el proyecto educativo
que hemos elaborado mis compañeros y yo, y que trata de Aulas de Apoyo. Dichas
aulas surgen a raíz de la detección de una serie de necesidades en un grupo de
alumnos, los cuales al presentar determinados grados de discapacidad, no pueden
llevar el mismo ritmo de aprendizaje que el resto de alumnos. Pero en el caso
de Antonio, niño protagonista de esta historia, para él no es dificultad alguna
el grado de incapacitación que padece, pues presenta un ritmo de aprendizaje
similar al resto de compañeros y está totalmente integrado en un aula junto a
estos.
Es realmente emotivo el apoyo y
el cariño que muestran los compañeros y compañeras de Antonio hacia él, y al
mismo tiempo la ayuda que este niño puede proporcionar al resto. Es más
impresionante aún los logros y los retos que supera día a día Antonio, en el
cual impera las ganas de vivir, de aprender y el deseo de superación.
Un aspecto de gran importancia
que podemos apreciar en el vídeo es la emoción y la alegría que muestran los
profesionales que se encargan de educar y enseñar a este niño, los cuales son
participes de sus logros y superaciones. Historias como estas, nos llenan de
esperanza y de fuerza, y pueden ser una fuente de ánimo para todas aquellas
personas que desempeñen profesiones realmente humanas, que tengan como fin la
integración social del individuo, y que es el caso de la educación social. En
este caso tal vez no estemos hablando concretamente de la educación social, pero
sí de un estupendo grupo de profesionales que trabajan de manera
interdisciplinaria y que hacen posible la inclusión, tanto educativa como
social.
Es realmente gratificante el recoger
frutos de un trabajo realizado por nosotros mismos y es realmente gratificante
el poder ser artífices de un proceso de enseñanza-aprendizaje que hace que el
individuo con ciertas necesidades específicas, se desarrolle plenamente como
persona.
Son muchas las profesiones
relacionadas con el ámbito social-educativo, tales como la educación social, el
trabajo social o la educación especial, que pueden aportar a la persona
vivencias únicas y satisfactorias a las
personas que la desempeñan. El ayudar a otras personas a desarrollarse en los
distintos ámbitos de la vida, puede ser un logro no únicamente profesional sino
también un logro a nivel personal y ser el causante de nuestra propia
felicidad. La educación social comparte con la educación especializada un
objetivo claro: la INCLUSIÓN SOCIAL, pues no se trata de hacer distinciones
sino de equiparar y considerar a todos los individuos de la sociedad
iguales.
CASOS COMO EL DE ANTONIO ME HACEN
PENSAR Y REFLEXIONAR ACERCA DE LA PROFESIÓN QUE DESEMPEÑARÉ EN UN FUTURO. SERÁ
TAN SATISFACTORIO EL PODER SENTIRME VALIOSA COMO PERSONA AL PODER AYUDAR A LO
DEMÁS, QUE CREO QUE PUEDE LLEGAR A CONVERTIRSE EN UNA FORMA DE VIDA MI
PROFESIÓN.
“Con
la ayuda de recursos materiales y humanos podremos conseguir que todos seamos
iguales”
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